Amada por Él
Lectura Bíblica: Carta a los Efesios 2, 4 – 10:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos dio vida en Cristo —por gracia habéis sido salvados—, y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos por Cristo Jesús, a fin de manifestar a los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia, por su bondad con nosotros por medio de Cristo Jesús. Así pues, por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no procede de vosotros, puesto que es un don de Dios: es decir, no procede de las obras, para que nadie se gloríe, ya que somos hechura suya, creados en Cristo Jesús, para hacer las obras buenas, que Dios había preparado para que las practicáramos.
Reflexión:
Jesús, quien se hizo hombre, padeció y murió por nosotros conoce lo que es el sufrimiento humano y nos mira con gran amor y misericordia. Cuántas veces hemos escuchado que Dios es amor. A veces se nos hace difícil creer en ese amor porque el amor humano nos alude por el abandono, es distorcionado por la imperfección humana o, incluso, es condicionado a nuestro comportamiento. Si ese es tu experiencia con el amor, te pido perdón en nombre de quien o quienes te amaron así.
El amor de Dios es diferente, sobrepasa nuestro concepto humano. No tiene que ver con cuánto lo amemos a Él, ni con nuestro comportamiento, ni si lo amamos a Él primero. Eres su amada. Su amor es derramado sobre ti desde antes de la creación del mundo y continuará eternamente. Su amor no depende en lo absoluto de ti.
Nosotros que estábamos muertos al pecado, somos invitados a resucitar con Dios, quien por pura gracia, por pura iniciativa Suya, nos salva. Esa gracia es gratuita y solo viene de Dios. No la ganamos por nuestro comportamiento ni por nuestras obras. Es un regalo. ¿Cómo respondemos a un regalo de esa talla? Poniendo nuestra mirada en el que nos la regala. Cambiando el rumbo que llevaba nuestra vida. Poniendo nuestro GPS interno a recalcular la ruta porque nuestro nuevo destino es Dios.
Para Pensar (Amada):
¿Cómo cambia tu concepto de Dios al saber que Él te ama incondicionalmente y que no fuiste tú quien lo amó primero, sino Él a ti?
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